Autora: Alexandra Bracken
Editorial: RBA Molino
Páginas: 496
Opinión personal(sin spoilers)
Este libro es una mezcla de varios temas, como los viajes en el tiempo, la fantasía y el romance, que se unen para desarrollar una historia claramente juvenil. La trama sigue las peripecias de Etta Spencer, una violinista prodigio que se ve envuelta en una serie de eventos que se escapan a la lógica, pues de un día para otro descubre su capacidad para viajar en el tiempo. Este hecho la lleva a conocer nuevas cosas sobre su pasado, rodearse de personas que nunca pensó que llegaría a conocer y arriesgar su vida para resolver un problema que alguien cercano a ella causó hace mucho tiempo atrás.
Los viajes en el tiempo es una temática que siempre pica mi curiosidad lectora y Alexandra Bracken ha conseguido cubrir esa curiosidad de manera satisfactoria, aunque no excelente. La historia está escrita con un detalle casi exquisito que le proporciona al libro un estilo más cinematográfico que literario ya que está plagado de descripciones muy visuales, pero el hecho de recurrir tanto al detalle da como resultado un ritmo de lectura algo irregular en algunas partes. No obstante, es un libro cuya trama se desarrolla en diferentes épocas y lugares, por lo que retratar cada escenario al detalle es necesario no solo para darle un toque de verosimilitud a la trama, sino también para ayudar a que el lector se sienta parte de la historia.
La narración va alternando los puntos de vista de Etta y Nicholas, los dos protagonistas, lo que permite conocer de lleno sus inquietudes y sus motivaciones; además, Nicholas es un personaje principal afroamericano y, a través de él, la autora describe -muy por encima- el racismo y el clasismo de los siglos pasados (y no tan pasados). La trama amorosa, por otro lado, es un tema que puede llegar a generar sentimientos encontrados ya que, a pesar de que su relación da comienzo con una especie de instalove, a medida que avanza la historia, sus interacciones ofrecen momentos enternecedores que pueden dejar al lector con un buen sabor de boca.
Por último, la manera que tiene Alexandra Bracken de tratar los viajes en el tiempo puede resultar algo compleja al principio llegando, incluso, a abrumar al lector, por este motivo, a pesar de que en general es una novela sencilla de leer, además de adictiva en algunas partes, es aconsejable dedicar especial atención a su lectura para evitar perderse en la trama y, de este modo, poder disfrutar de la historia en sus totalidad, y sobre todo de su desenlace, cuyos sucesos dejan con muchas ganas de adentrarse en la segunda parte.
A modo de resumen, Pasajera de Alexandra Bracken es una novela que se adentra en los viajes en el tiempo en la que el lector es testigo de la aventura, el romance y algunos hechos históricos que se dan entre sus páginas.