¡Hola a todas y todos, espero que estéis muy bien! Estoy triste porque con esta reseña cierro una trilogía de libros que me ha encantado (aunque sé que hay más libros de la saga), pero estoy contenta porque por fin me la he quitado de mi lista de pendientes. ¡YAAAY!
Como siempre no os voy a hacer resumen
de la trama porque si no habéis leídos los libros anteriores os estaría
haciendo spoiler y, reinas, nadie quiere spoilers. Así que al lío…
Este libro ha sido una lectura que me
la he tomado con mucha calma, quería disfrutar de cada palabra y de cada
momento (también porque no he tenido mucho tiempo para leer, no os voy a
engañar).
Al principio la trama me ha parecido
bastante lenta, como que le costaba arrancar, eso hizo que el libro se
me hiciese un poco cuesta arriba. Poco a poco la historia va enderezándose
y cogiendo un ritmo bastante bueno que hizo que la cuesta arriba se fuera
transformando en un tobogán. Algo que ha hecho que disfrutara muchísimo de
la historia han sido los constantes plot twists (algunos más
esperados que otros, es cierto).
La ambientación también es algo que
quiero destacar porque, esta vez, no solo se centra en una corte en concreto,
sino que el resto de cortes, y sus altos lores también ganan mucha importancia
en este tercer libro.
Sin embargo, he sentido que los
personajes principales se me quedaban un pelín cortos… a ver, no me
malinterpretéis, lo que quiero decir es que he sentido que Feyre no ha hecho
un gran cambio con respecto al segundo libro. Pero, para compensarlo, hay
otros personajes que han tomado más protagonismo en esta tercera parte,
como Nesta (que me ha encantado) o, incluso, Amren.
Tengo que comentar también una cosa
sobre el romance que hay en este libro y es que me ha encantado que
la autora no lo fuerce, sino que deja que poco a poco vaya sucediendo, sin
pausa, pero sin prisa.
En general creo que ha sido un
buenísimo final para la trilogía en el que muchas tramas que estaban
abiertas se resuelven de manera muy satisfactoria, al menos a mi modo de ver, pero
también hay otras tramas que se quedan sin resolver y que, supongo, que
serán el hilo conductor de los siguientes libros.
En pocas palabras, Una corte de alas y ruina ha sido un libro que he disfrutado muchísimo, pese a haberme encontrado con ese bache al principio. No sé por qué no he leído esta trilogía antes y, de verdad, si tenéis la oportunidad de hacerlo y el género os gusta, leedla.