OPINIÓN PERSONAL(Sin spoilers)
En esta nueva representación del bien y el mal, la fantasía es un componente muy importante para el desarrollo de la trama, pues, a lo largo de algo más de 200 páginas, Júlia Díez teje una historia en la que cada ciudad tiene una llave capaz de abrir el portal al mundo de las almas y los custodios son los encargados de porteger estas llaves para evitar que caigan en manos de las máximas, mujeres con el poder de descoser el alma de los seres vivos convirtiéndolos en sus marionetas y, de este modo, obtener más poder.
Otro punto a tener en cuenta de la historia es el amplio y variopinto abanico de personajes que forman parte de ella. Esta es, sin duda, una novela coral en la que cada personaje cumple con su cometido y, a pesar de que hay una serie de protagonistas que son los responsables de conducir la trama, en casi cada capítulo se presenta la historia de un nuevo personaje. Si bien la variedad de personajes puede ser positivo en algunos casos, en este en particular no lo es, pues la corta extensión de la novela no permite conocerlos de lleno a todos y eso provoca que sus peripecias no lleguen a ser del todo sorprendentes porque el vínculo personaje-lector es casi inexistente.
En el desenlace del libro es donde se concentra gran parte de la acción, además, la narración es más fluida, lo que hace que los capítulos finales se lean prácticamente de una sentada. Aunque es cierto que hay algunas situaciones que están cogidas con pinzas y otras que se resuelven de un modo bastante precipitado, el interés que se despierta en este tramo de la novela es más que evidente. Asimismo, las ilustraciones que acompañan al texto son un añadido más que favorece mucho la lectura.
En definitiva, El faro de las almas es un libro que, pese a que flojea en algunas partes, consigue captar la atención del lector gracias a su originalidad y su ambientación en las distintas ciudades europeas.
- Meri -