Opinión personal(sin spoilers)
La premisa de este libro es de esas que llaman la atención casi al instante y si a eso se le suma la cantidad de reseñas positivas que ha ido cosechando desde su publicación, se convierte en una lectura demasiado jugosa como para pasarla por alto.
Una herencia en juego es una historia llena de misterio en la que una chica de clase humilde se convierte en la heredera de la fortuna de Tobias Hawthorne, un filántropo del que nunca ha oído hablar, pero, para poder recibir la herencia, debe vivir en la mansión durante un año junto con el resto de la familia Hawthorne. Esta novela no solo resulta atractiva por el suspense que desprenden sus páginas, sino también por la manera tan ingeniosa en la que Jennifer Lynn Barnes introduce en la historia puzzles y rompecabezas como método para ir revelando la información importante, de este modo, la autora, además de asegurarse algún que otro giro argumental, consigue mantener al lector pegado al libro intentado resolver por sí mismo los enigmas que componen la trama.
Los personajes también son otro punto a destacar de la novela. Avery como protagonista resulta bastante creíble, pues es una chica inteligente y audaz que busca descubrir la razón por la que su vida ha dado un cambio tan inesperado y cumplir con lo que se espera de ella. Barnes también otorga un papel importante a los cuatro nietos de Tobias Hawthorne; cada uno de ellos tiene su personalidad, sus propias motivaciones y sus secretos que los convierten en personajes intrigantes e, inevitablemente, sospechosos.
El toque juvenil de la novela, aparte de contar con unos personajes adolescentes, se debe, también, a una especie de triángulo amoroso que comienza a asomar entre las páginas de este libro. Si bien entiendo los motivos por los que añadir un toque de romance puede crear más interés hacia la trama, en esta primera parte no ha acabado de cuajarme del todo, además, -y esto ya es algo personal- es muy complicado dejarme satisfecha con este cliché a no ser que la autora logre mantener la tensión y la incertidumbre durante toda la lectura.
En resumen, Una herencia en juego es una novela intrigante y bastante adictiva donde los secretos y los rompecabezas parecen ser un personaje más dentro de la trama y cuyo desenlace deja con ganas de continuar con la segunda parte de la trilogía.
