Con la reciente publicación de De rodillas no podía dejar pasar la oportunidad de reseñar A oscuras, el que fue el primer libro de esta serie. Todavía no sé muy bien qué me llevó a leerlo, porque no es para nada el tipo de libro por el que me suelo decantar. Sin embargo, para mi sorpresa, he terminado disfrutándolo más de lo que esperaba.
Esta novela se podría considerar algo así como un soft dark romance, ya que, si bien tiene esos comportamientos altamente cuestionables típicos del género, Navessa Allen los suaviza con un estilo sencillo y con unos buenos toques de humor. No obstante, sigue siendo un dark romance y, como tal, es habitual encontrarse con un alto grado de erotismo entre sus páginas. En este caso, las escenas picantes son intensas y tienen esa chispa que, en vez de abrumar, invita a seguir leyendo.
Además, la autora alterna los puntos de vista de ambos protagonistas, lo que no solo ayuda a entender un poco más el juego que se traen y provoca que su romance sea más adictivo, sino que también dinamiza el relato. Su caracterización, asimismo, es de lo más atractiva: Aly es una enfermera de urgencias con unos gustos por lo erótico un tanto peculiares y Josh es un hacker con una personalidad de Golden Retriever, pero, eso sí, al que no lo falta un solo músculo en el cuerpo por desarrollar.
Ahora bien, a pesar de que la trama es realmente entretenida, de cara a la segunda mitad de la historia da la sensación de que la narración se alarga más de la cuenta y, ya hacia el final, es imposible no sentir que le sobra alguna que otra página. También hay algunas situaciones que no sostienen la tensión lo suficiente como para mantener el interés, se resuelven demasiado rápido, casi como un deus ex machina, y eso, además de resultar poco convincente, le resta muchísimo potencial a la trama.